Este edificio ha sido concebido para albergar el taller y las oficinas de SIMUERO, una marca de joyería reconocida por su artesanía, la creación de piezas únicas y la belleza de lo hecho a mano. El diseño del proyecto partió de estos valores, con el objetivo de trasladarlos al espacio de trabajo, generando así un entorno igualmente único.

Desde el inicio, el principal propósito fue poner en valor los elementos preexistentes del espacio, rescatando aquello que tenía una historia que contar. Para ello, se trabajó estrechamente con artesanos que colaboraron en la definición del diseño final, como es el caso de la carpintería interior, a cargo de OVEN.

Uno de los elementos más característicos del edificio original eran los suelos hidráulicos con patrón de damero, presentes en algunas estancias y en el patio de la antigua vivienda. Aunque no fue posible conservarlos, se optó por incorporar nuevos pavimentos con el mismo motivo, como un guiño a la memoria del lugar. Este gesto simbólico les otorga un papel protagonista en el nuevo diseño, destacando sobre los demás elementos de carácter más neutro.

La oficina se organiza en torno a un patio central. En la planta baja se ubican el taller, la cocina y un pequeño showroom, mientras que la planta superior está destinada a las oficinas.

La estética final del espacio se define a través del uso de materiales nobles como la madera, el acero, pavimentos de barro y pintura a la cal, que aportan textura y calidez, creando un ambiente acogedor y coherente con los valores de la marca.